2.6.11

Pulp

Barcelona, Viernes 27 de Mayo, 02.00 de la madrugada Jarvis Cocker salta al escenario San Miguel del Primavera Sound ante las ansiosas miradas de 50.000 personas. "Voy a presenciar un momento histórico" pensé y no pasó más de 10 minutos antes de que Jarvis proclamara lo mismo tras una nube de humo y confusión de focos - "this is not about ancient history, we are going to make history" - y así fué, PULP empezaba a sonar ante la misma euforia colectiva que caracterizaba cualquier concierto del grupo durante la década de los 90. Cuando el letrero gigante que se columpiaba al fondo del escenario se encendió para iluminar el nombre del grupo, la banda esculpió los primeros acordes del muy apropiado clásico del álbum His N' Hers “Do You Remember The First Time?”, supimos que había comenzado un espectáculo inolvidable. Los pelos de punta, los recuerdos aflorando, las emociones a flor de piel y la cuerdas vocales preparadas para ser cruelmente agotadas.

Desde "Do you remember the first time" (una exploración sobre la pérdida de la virginidad) hasta "Sorted out for Ezs and Wizs" (una astuta crítica a la cultura vacía del rave) pasando por "Underwear" (una apuesta por la ropa interior), "FEELING CALLED LOVE", (jadeante y épico tributo al sexo)  "Babies", (la curiosidad pervertida de un niño ante la actividad sexual de su hermana en la habitación de al lado), "Disco 2000" (es la más clara manifestación de la marca glam rock que persigue el grupo) y por supuesto el broche final de "Common People" (himno del britpop que puso en evidencia a la acomodada clase social británica por adoptar comportamientos de la los barrios más bajos del East End) con el que aprovechó para reivindicar, aliándose con los "indignados", incluso también tuvo tiempo para espiarnos tras una cámara en "I spy", por fin se cumplían muchos sueños, los de miles de seguidores de la buena música, del indescriptible talento pop de un señor que entronizó al Britpop en los años 90 y que vuelve luciendo su arte más retro en los escenarios.


Esa noche, el escenario vibró ennvuelta en una estética glam procedente de una clara influencia "David Bowiana" mezclada con tonos tecno, indie y sobre todo pop, mucho pop. Todo estaba tal cual lo habían dejado a finales de los 90, casi intocable. Sólo una barba recortada separaba al Jarvis actual del Jarvis fundador de la banda en los 70.
El grupo debe su nombre a la película protagonizada por Michael Caine en 1972, "Pulp" o "Historias peligrosas" como fue titulada en España.  Cocker sentía una estimulante atracción no sólo hacia los personajes o la historia, sino, también y como todo buen popero, por su estética y en particular la de Caine en la pelicula la cual adoptó como propia.


Tras años de insistencia y sin fortuna, por fin les llegó su hora a mediados del os 90. Triunfaron a lo grande. Sus canciones se tarareaban, se bailaban y se comentaban en cualquier rincón de cualquier garito en todo el Reino Unido. Así como entre los seguidores de Blur y Oasis siempre existieron rivalidades, los seguidores de Pulp fuimos todos y en claro consenso. Una de las principales señas de identidad de Pulp tiene que ver con la peculiaridad en la forma de contar las historias personificadas en Jarvis Cocker, algo que premió no sólo el público sino también y con gran reconocimiento la industria. Cada canción es un inteligente guiño a todo y nada en concreto. Dice Jarvis que no es amigo de la canción protesta o social o reivindicativa, pero todas terminan invitando a un pensamiento o una reflexión.
Pero en 1998 se nos acaba el chollo, Jarvis se medio retira, se traslada a París, se casa, tiene un hijo y colabora puntualmente en documentales y reportajes de interés hasta que por fin este año de manera repentina, decide volver a encontrarse con su público en Barcelona. Una cita ineludible con la buena música, citando una de las conclusiones de la excelente crónica de Lucas Arraut en El País sobre el concierto, "uno de los conciertos más memorables en 11 años de Primavera Sound." y para mí, de los más memorables de mi vida.